Habitantes y deportistas de la colonia Infonavit-Atasta piden corregir anomalías en la recién inaugurada unidad deportiva y rechazan el nombre que el Ayuntamiento de Centro le asignó sin tomar en cuenta su opinión
A los habitantes de la colonia Infonavit-Atasta les llueve sobre mojado: la iglesia católica amenaza con sustituir al párroco de San José, Avelino Cortés Téllez, en tanto que el ayuntamiento de Centro entrega una cancha de futbol cuya administración se disputan vecinos y promotores deportivos foráneos.
El domingo 2 de octubre, el alcalde Jesús Alí de la Torre develó la placa que, sin consulta ciudadana, impuso a la remodelada instalación el nombre del malogrado político del PRI José Francisco Fuentes Esperón. La queja de militantes del PRD y PAN está latente.
Ante cientos de niños y jóvenes deportistas, Cuauhtémoc Muñoz Caldera, director de Obras Públicas y Ordenamiento Territorial, informó sobre las dimensiones de la cancha remodelada de la Unidad Deportiva de Infonavit-Atasta. Omitió informar el monto de la inversión, y en el portal del ayuntamiento tampoco aparece el dato oficial.
De acuerdo al funcionario municipal, la cancha mide 93 metros de largo por 53 centímetros de ancho. Cuenta con cuatro mil 597 metros cuadrados de pasto sintético, sistema de drenaje, 20 luminarias tipo proyector, 292 metros de malla perimetral de 1.25 metros de alto. Además, 292 metros de guarnición perimetral, gradas con cubierta de policarbonato y caseta para jugadores.
Posterior a la inauguración, alumnos de las universidades Tecnológica de Tabasco y Autónoma de Guadalajara (Campus Tabasco) fueron los primeros en probar la calidad de la remodelación. Al término del partido, la mayoría acusó anomalías en el pasto sintético.
Fue el principio de la descalificación de la obra municipal.
Inconformidad
A la opinión desfavorable de los futbolistas, empezó a tejerse la molestia de los promotores deportivos de la zona. Primero porque en la designación del nombre de la cancha no se tomó en cuenta la carrera deportiva de vecinos como Toribio Alonso Bautista, y después por el arribo de Luis Cejas Nadal como uno de los administradores de la cancha.
Con el transcurrir de los días, otras anomalías aparecieron en la obra. La temporada de lluvias, por ejemplo, desfasó el drenaje del campo. Así también, lo alto del pasto sintético pone en riesgo la integridad física del usuario y, por si faltara, la malla perimetral es un reto a librar por el futbolista.
A juicio de ex futbolistas profesionales, el pasto sintético no es apto para utilizar zapatos con tachones y la malla quedó a medio metro de la línea lateral de meta. Es un peligro para los jugadores.
Para no politizar la inconformidad, militantes del PRD y PAN pidieron el anonimato pero sí cuestionaron el bautizo de la cancha con el nombre de un militante del PRI a costa de quienes forjaron la trayectoria deportiva de la colonia que ordinariamente provee de futbolistas a la selección estatal. En esta y otras disciplinas, su cantera es inagotable y de calidad.
La contraloría social pasa por el cuestionamiento al permiso otorgado a Cejas Nadal para organizar ahí la liga de futbol Villahermosa. En contra del empresario de la industria restaurantera pesa el antecedente nada favorable de contribuir a la desaparición de la liga decana del futbol en Tabasco como fue la “Carlos A. Madrazo”.
Y también su comportamiento como patrocinador de equipos semejante al ejercido por el reportero de deporte Lauro Jiménez López durante varios años en los campos Uno y Dos, y los desaparecidos en Las Palmitas, de la Ciudad Deportiva: imponer como campeones a su oncena favorita.
De una cancha convencional, la de la unidad deportiva Infonavit-Atasta pasó a una modalidad que impone nuevas reglas como la de que en el campo de juego deben participar diez y no once jugadores, además que no se castiga el fuera de lugar. O sea que no cumple con el requisito del fut-sala ni con el que se practica desde que los ingleses crearon el futbol como deporte organizado.
Al igual que el sacerdote Cortés Téllez recibe el apoyo de la comunidad católica y laica para impedir su rotación del templo de San José, la inconformidad de jóvenes y patrocinadores de balompié procuran una audiencia con el alcalde Alí de la Torre para corregir las anomalías de la obra que fue inaugurada apenas el 2 de octubre.
El primer paso para entrevistarse con el munícipe será el regidor Pablo Rodríguez Bonfil, quien es originario de la colonia Atasta de Serra, población colindante con la ya popular colonia Infonavit-Atasta.
El domingo 2 de octubre, el alcalde Jesús Alí de la Torre develó la placa que, sin consulta ciudadana, impuso a la remodelada instalación el nombre del malogrado político del PRI José Francisco Fuentes Esperón. La queja de militantes del PRD y PAN está latente.
Ante cientos de niños y jóvenes deportistas, Cuauhtémoc Muñoz Caldera, director de Obras Públicas y Ordenamiento Territorial, informó sobre las dimensiones de la cancha remodelada de la Unidad Deportiva de Infonavit-Atasta. Omitió informar el monto de la inversión, y en el portal del ayuntamiento tampoco aparece el dato oficial.
De acuerdo al funcionario municipal, la cancha mide 93 metros de largo por 53 centímetros de ancho. Cuenta con cuatro mil 597 metros cuadrados de pasto sintético, sistema de drenaje, 20 luminarias tipo proyector, 292 metros de malla perimetral de 1.25 metros de alto. Además, 292 metros de guarnición perimetral, gradas con cubierta de policarbonato y caseta para jugadores.
Posterior a la inauguración, alumnos de las universidades Tecnológica de Tabasco y Autónoma de Guadalajara (Campus Tabasco) fueron los primeros en probar la calidad de la remodelación. Al término del partido, la mayoría acusó anomalías en el pasto sintético.
Fue el principio de la descalificación de la obra municipal.
Inconformidad
A la opinión desfavorable de los futbolistas, empezó a tejerse la molestia de los promotores deportivos de la zona. Primero porque en la designación del nombre de la cancha no se tomó en cuenta la carrera deportiva de vecinos como Toribio Alonso Bautista, y después por el arribo de Luis Cejas Nadal como uno de los administradores de la cancha.
Con el transcurrir de los días, otras anomalías aparecieron en la obra. La temporada de lluvias, por ejemplo, desfasó el drenaje del campo. Así también, lo alto del pasto sintético pone en riesgo la integridad física del usuario y, por si faltara, la malla perimetral es un reto a librar por el futbolista.
A juicio de ex futbolistas profesionales, el pasto sintético no es apto para utilizar zapatos con tachones y la malla quedó a medio metro de la línea lateral de meta. Es un peligro para los jugadores.
Para no politizar la inconformidad, militantes del PRD y PAN pidieron el anonimato pero sí cuestionaron el bautizo de la cancha con el nombre de un militante del PRI a costa de quienes forjaron la trayectoria deportiva de la colonia que ordinariamente provee de futbolistas a la selección estatal. En esta y otras disciplinas, su cantera es inagotable y de calidad.
La contraloría social pasa por el cuestionamiento al permiso otorgado a Cejas Nadal para organizar ahí la liga de futbol Villahermosa. En contra del empresario de la industria restaurantera pesa el antecedente nada favorable de contribuir a la desaparición de la liga decana del futbol en Tabasco como fue la “Carlos A. Madrazo”.
Y también su comportamiento como patrocinador de equipos semejante al ejercido por el reportero de deporte Lauro Jiménez López durante varios años en los campos Uno y Dos, y los desaparecidos en Las Palmitas, de la Ciudad Deportiva: imponer como campeones a su oncena favorita.
De una cancha convencional, la de la unidad deportiva Infonavit-Atasta pasó a una modalidad que impone nuevas reglas como la de que en el campo de juego deben participar diez y no once jugadores, además que no se castiga el fuera de lugar. O sea que no cumple con el requisito del fut-sala ni con el que se practica desde que los ingleses crearon el futbol como deporte organizado.
Al igual que el sacerdote Cortés Téllez recibe el apoyo de la comunidad católica y laica para impedir su rotación del templo de San José, la inconformidad de jóvenes y patrocinadores de balompié procuran una audiencia con el alcalde Alí de la Torre para corregir las anomalías de la obra que fue inaugurada apenas el 2 de octubre.
El primer paso para entrevistarse con el munícipe será el regidor Pablo Rodríguez Bonfil, quien es originario de la colonia Atasta de Serra, población colindante con la ya popular colonia Infonavit-Atasta.
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