Ignacio Ramírez Vázquez se eterniza en la dirigencia de la FRA y de la ATF, enriqueciéndose y hundiendo a esta disciplina en Tabasco
El próximo 31 de agosto vence el plazo de inscripción a la liga de futbol “Francisco Rosas Ángel”. Sin embargo, patrocinadores de los 178 equipos que participaron en la temporada anterior aún no definen su registro porque los dirigentes de la asociación del ramo y organizadores del certamen convierten en lucro el fomento al balompié en Tabasco.
Tan sólo en la primera jornada del torneo —previsto para iniciar en el transcurso de septiembre—, los propietarios de los equipos que aglutinan a más de 3, 560 jugadores entre seis y 16 años de edad, tendrían que depositar una bolsa acumulada de alrededor de un millón de pesos.
Esa cantidad ampara la inscripción de dos mil pesos por oncena, 70 pesos por credencial de cada uno de los jugadores registrados, así como 250 pesos por pago de arbitraje de los duelos que se realizan en instalaciones administradas por el Instituto de la Juventud y el Deporte de Tabasco (Injudet).
A pesar de esos requisitos económicos, los organizadores no ofrecen servicios médicos cuando en más de una ocasión se han registrado casos que ameritan, al menos, la presencia de paramédicos.
A los cobros elevados para competir los fines de semana en la cancha del Estadio Olímpico, los campos Uno y Dos de la Ciudad Deportiva, además de las canchas de Olimpia XXI, se añade la imposición de Ignacio Ramírez Vázquez como presidente de la liga infantil y juvenil más longeva del estado.
Esa es una de las anomalías que mantiene inconformes a patrocinadores, entrenadores y padres de familia que responsabilizan a las autoridades del deporte de tolerar el lucro en el futbol aficionado. Un comercio deportivo que se extiende a la rama semiprofesional de cuarta división, cuya inscripción de 40 mil pesos y un mil 800 por arbitraje también administra Ramírez Vázquez.
EXPULSAN DISIDENCIA
José Ángel Alcudia Gil, entrenador de futbol durante dos décadas, paga el precio de su inconformidad con la expulsión de los seis equipos que patrocinaba en diferentes categorías. El mismo ajuste de cuentas cayó sobre Tigrillos de Cárdenas, Fluminense y los equipos de la Universidad Anáhuac y del ISSET.
La oposición de Alcudia Gil a la reelección por un tercer periodo de Ramírez Vázquez al frente de la FRA y al mismo tiempo en la Asociación Tabasqueña de Futbol (ATF), sector aficionado, en donde está como presidente desde 2002, apareció el mismo 17 de agosto de 2010 cuando se ratificó en la presidencia por un periodo que concluirá en 2014.
En el papel, la elección de la presidencia de la mesa directiva del periodo 2010-2014 es ilegal. Fue avalada por Pedro Morcillo cuando ya no era presidente de la Federación Mexicana de Futbol, sector aficionado. Esa cartera la ocupa Mario Díaz Arrazate, a quien Alcudia Gil ya presentó la impugnación correspondiente.
Durante los ocho años que Ramírez Vázquez lleva al frente de la ATF, el futbol amateur sólo ha logrado el Campeonato Nacional “Niños Héroes” 2009-2010 y la sede para Tabaco del torneo Sub 13.
Desde 2002 en que sustituyó a Enrique Rodríguez Mena —que relevó en el cacicazgo de la FRA a José del Carmen Cornelio Veites—, a Ramírez Vázquez lo acompañan en la mesa directiva de la ATF la señora Adela Martínez, esposa del ex secretario de Educación Walter Ramírez Izquierdo; así como el entrenador del Injudet Candelario Contreras Campos y Jesús Manuel Mayo Córdova como tesorero de la asociación.
Rodríguez Mena también fue presidente de la ATF y de la FRA. Ahora, también es miembro de la mesa directiva que preside el profesor egresado de la Escuela de Educación Física “Pablo García Ávalos”.
“Con la expulsión de mis seis equipos no saben el daño que le están haciendo a niños y adolescentes. Se dice que para combatir la drogadicción es necesario fomentar el deporte pero con estas anomalías se hace todo lo contrario”, dice Alcudia Gil.
VIVIR DEL FUTBOL
Ignacio Ramírez Vázquez aparece en la nómina del Injudet como entrenador de futbol. Con esa relación, la coordinadora de la dependencia, Melchi Franco Ruiz, cedió un espacio en las instalaciones del Estadio Olímpico para oficinas de la Asociación Tabasqueña de Futbol, sector aficionado.
Pero a pesar de las cuotas de inscripción, cobro por credenciales de jugadores y administración del costo de arbitrajes, Ramírez Vázquez no coopera para el pago por consumo de energía eléctrica, agua y servicio telefónico.
Además los tentáculos del presidente de la ATF no se limitan a la presidencia de la FRA sino se extiende al control de las ligas municipales, así como a los torneos de veteranos y femenil.
Recientemente, firmó un convenio con el Injudet para que todos los entrenadores que de lunes a viernes utilicen los campos Uno y Dos de la Ciudad Deportiva cooperen con 500 pesos para podar el poco césped que brota en esas canchas. Por estas fechas, las instalaciones están enmontadas. Y nadie sabe por qué.
Tan sólo en la primera jornada del torneo —previsto para iniciar en el transcurso de septiembre—, los propietarios de los equipos que aglutinan a más de 3, 560 jugadores entre seis y 16 años de edad, tendrían que depositar una bolsa acumulada de alrededor de un millón de pesos.
Esa cantidad ampara la inscripción de dos mil pesos por oncena, 70 pesos por credencial de cada uno de los jugadores registrados, así como 250 pesos por pago de arbitraje de los duelos que se realizan en instalaciones administradas por el Instituto de la Juventud y el Deporte de Tabasco (Injudet).
A pesar de esos requisitos económicos, los organizadores no ofrecen servicios médicos cuando en más de una ocasión se han registrado casos que ameritan, al menos, la presencia de paramédicos.
A los cobros elevados para competir los fines de semana en la cancha del Estadio Olímpico, los campos Uno y Dos de la Ciudad Deportiva, además de las canchas de Olimpia XXI, se añade la imposición de Ignacio Ramírez Vázquez como presidente de la liga infantil y juvenil más longeva del estado.
Esa es una de las anomalías que mantiene inconformes a patrocinadores, entrenadores y padres de familia que responsabilizan a las autoridades del deporte de tolerar el lucro en el futbol aficionado. Un comercio deportivo que se extiende a la rama semiprofesional de cuarta división, cuya inscripción de 40 mil pesos y un mil 800 por arbitraje también administra Ramírez Vázquez.
EXPULSAN DISIDENCIA
José Ángel Alcudia Gil, entrenador de futbol durante dos décadas, paga el precio de su inconformidad con la expulsión de los seis equipos que patrocinaba en diferentes categorías. El mismo ajuste de cuentas cayó sobre Tigrillos de Cárdenas, Fluminense y los equipos de la Universidad Anáhuac y del ISSET.
La oposición de Alcudia Gil a la reelección por un tercer periodo de Ramírez Vázquez al frente de la FRA y al mismo tiempo en la Asociación Tabasqueña de Futbol (ATF), sector aficionado, en donde está como presidente desde 2002, apareció el mismo 17 de agosto de 2010 cuando se ratificó en la presidencia por un periodo que concluirá en 2014.
En el papel, la elección de la presidencia de la mesa directiva del periodo 2010-2014 es ilegal. Fue avalada por Pedro Morcillo cuando ya no era presidente de la Federación Mexicana de Futbol, sector aficionado. Esa cartera la ocupa Mario Díaz Arrazate, a quien Alcudia Gil ya presentó la impugnación correspondiente.
Durante los ocho años que Ramírez Vázquez lleva al frente de la ATF, el futbol amateur sólo ha logrado el Campeonato Nacional “Niños Héroes” 2009-2010 y la sede para Tabaco del torneo Sub 13.
Desde 2002 en que sustituyó a Enrique Rodríguez Mena —que relevó en el cacicazgo de la FRA a José del Carmen Cornelio Veites—, a Ramírez Vázquez lo acompañan en la mesa directiva de la ATF la señora Adela Martínez, esposa del ex secretario de Educación Walter Ramírez Izquierdo; así como el entrenador del Injudet Candelario Contreras Campos y Jesús Manuel Mayo Córdova como tesorero de la asociación.
Rodríguez Mena también fue presidente de la ATF y de la FRA. Ahora, también es miembro de la mesa directiva que preside el profesor egresado de la Escuela de Educación Física “Pablo García Ávalos”.
“Con la expulsión de mis seis equipos no saben el daño que le están haciendo a niños y adolescentes. Se dice que para combatir la drogadicción es necesario fomentar el deporte pero con estas anomalías se hace todo lo contrario”, dice Alcudia Gil.
VIVIR DEL FUTBOL
Ignacio Ramírez Vázquez aparece en la nómina del Injudet como entrenador de futbol. Con esa relación, la coordinadora de la dependencia, Melchi Franco Ruiz, cedió un espacio en las instalaciones del Estadio Olímpico para oficinas de la Asociación Tabasqueña de Futbol, sector aficionado.
Pero a pesar de las cuotas de inscripción, cobro por credenciales de jugadores y administración del costo de arbitrajes, Ramírez Vázquez no coopera para el pago por consumo de energía eléctrica, agua y servicio telefónico.
Además los tentáculos del presidente de la ATF no se limitan a la presidencia de la FRA sino se extiende al control de las ligas municipales, así como a los torneos de veteranos y femenil.
Recientemente, firmó un convenio con el Injudet para que todos los entrenadores que de lunes a viernes utilicen los campos Uno y Dos de la Ciudad Deportiva cooperen con 500 pesos para podar el poco césped que brota en esas canchas. Por estas fechas, las instalaciones están enmontadas. Y nadie sabe por qué.
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