“Para comer pollo, hay que tener el pollo”, suelta ese político, cuando el interlocutor le refiere sobre el posible candidato del PRI. “El pollo no es la candidatura, es ganar la constitucional. Debe quedarnos claro”, remata.
Y como en otras fiestas del tricolor, con rostros no tan nuevos y algunos sí, se dejan en esa reunión del Consejo Político Estatal las huellas a seguir:
Primero la unidad. Porque en la ruta se evita transitar en una neblina espesa que los pueda desbarrancar. Y eso se observa en la construcción del CPE.
Los que están en la pista hacia la candidatura no se pueden quejar. La dirigencia del PRI les dio los equilibrios a todas las fuerzas. Fue la instrucción. Y la intención.
La cruda electoral del las victorias del Estado de México, Coahuila y Nayarit, fue detenida por el gobernador Andrés Granier.
El mensaje para tranquilizar a los corredores y seguidores es que no hay nada para nadie, aún. La orden es que se tienen que ganar los espacios.
Y el líder del PRI, Miguel Romero, aclara –a aquellos que buscan comer pollo y ni siquiera lo tienen–: “no habrá consignas, ni dados cargados; no responderemos a presiones, caprichos, ni chantajes, porque lo fundamental es el partido y nuestra misión es fortalecerlo y llevarlo al triunfo”. ¡Moles!
Los priistas salen eufóricos. “No hay nada para nadie”. Mientras que en el restaurant del Camino Real, treinta minutos después que concluía el CPE, dos grupos de Jonuta que simpatizan con un aspirante muestran sus odios entre sí.
Un político menciona al reportero: “Si así están en su cuadra, cómo estarán contra nosotros que no caminamos por ahí”.
Tercia el otro: “Aclaro, mi postura es hasta que nos diga el gobernador con quién jalamos. Ahorita hay que serenarnos y refrendar el apoyo al Químico Granier y en su tiempo, construir la candidatura, pues si vamos divididos no nos la vamos a acabar”.
Antes, los reporteros gráficos hicieron de la suya, lograron la toma de los aspirantes a la candidatura del PRI al gobierno de Tabasco Luis Felipe Graham Zapata y Humberto Mayans Canabal.
Atrás están Florizel Medina y Georgina Trujillo. Y los grandes ausentes son Jesús Alí, Francisco Herrera y Evaristo Hernández.
Y enseguida, como si fueran en competencia —están en competencia—, Graham y Mayans, separados ya, van saludando de besos a las féminas que se topan de frente y estrechan abrazos con otros actores.
Por su lado también, se dejan querer Benito Neme Sastré¸ hijo del extinto gobernador Salvador Neme Castillo, y Federico Madrazo, retoño de Roberto Madrazo Pintado.
Ahí, la diputada federal María Estela de la Fuente busca ser protagonista, como cuando comparaba boletos a dos mil pesos a las porras de otros municipios, momentos antes de entrar a lo que fue la elección de la Flor de Oro, en aras de apoyar a su sobrina. Pero pocos la pelan. Para ella no habrá pollo. Ni hueso.
Al final, todos a esperar para cuando digan, al estilo de Enrique Peña Nieto, el nombre de quien será candidato del PRI. ¿Se sumarán todos?
Y como en otras fiestas del tricolor, con rostros no tan nuevos y algunos sí, se dejan en esa reunión del Consejo Político Estatal las huellas a seguir:
Primero la unidad. Porque en la ruta se evita transitar en una neblina espesa que los pueda desbarrancar. Y eso se observa en la construcción del CPE.
Los que están en la pista hacia la candidatura no se pueden quejar. La dirigencia del PRI les dio los equilibrios a todas las fuerzas. Fue la instrucción. Y la intención.
La cruda electoral del las victorias del Estado de México, Coahuila y Nayarit, fue detenida por el gobernador Andrés Granier.
El mensaje para tranquilizar a los corredores y seguidores es que no hay nada para nadie, aún. La orden es que se tienen que ganar los espacios.
Y el líder del PRI, Miguel Romero, aclara –a aquellos que buscan comer pollo y ni siquiera lo tienen–: “no habrá consignas, ni dados cargados; no responderemos a presiones, caprichos, ni chantajes, porque lo fundamental es el partido y nuestra misión es fortalecerlo y llevarlo al triunfo”. ¡Moles!
Los priistas salen eufóricos. “No hay nada para nadie”. Mientras que en el restaurant del Camino Real, treinta minutos después que concluía el CPE, dos grupos de Jonuta que simpatizan con un aspirante muestran sus odios entre sí.
Un político menciona al reportero: “Si así están en su cuadra, cómo estarán contra nosotros que no caminamos por ahí”.
Tercia el otro: “Aclaro, mi postura es hasta que nos diga el gobernador con quién jalamos. Ahorita hay que serenarnos y refrendar el apoyo al Químico Granier y en su tiempo, construir la candidatura, pues si vamos divididos no nos la vamos a acabar”.
Antes, los reporteros gráficos hicieron de la suya, lograron la toma de los aspirantes a la candidatura del PRI al gobierno de Tabasco Luis Felipe Graham Zapata y Humberto Mayans Canabal.
Atrás están Florizel Medina y Georgina Trujillo. Y los grandes ausentes son Jesús Alí, Francisco Herrera y Evaristo Hernández.
Y enseguida, como si fueran en competencia —están en competencia—, Graham y Mayans, separados ya, van saludando de besos a las féminas que se topan de frente y estrechan abrazos con otros actores.
Por su lado también, se dejan querer Benito Neme Sastré¸ hijo del extinto gobernador Salvador Neme Castillo, y Federico Madrazo, retoño de Roberto Madrazo Pintado.
Ahí, la diputada federal María Estela de la Fuente busca ser protagonista, como cuando comparaba boletos a dos mil pesos a las porras de otros municipios, momentos antes de entrar a lo que fue la elección de la Flor de Oro, en aras de apoyar a su sobrina. Pero pocos la pelan. Para ella no habrá pollo. Ni hueso.
Al final, todos a esperar para cuando digan, al estilo de Enrique Peña Nieto, el nombre de quien será candidato del PRI. ¿Se sumarán todos?
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